lunes, 26 de noviembre de 2018

FILOSOFIA

FILOSOFIA

En este escrito comparto contenido publicado en la red: Contine información bién escrita y cumple con el proposito de difusión de estas materias.






Platón y Aristóteles, «Escuela de Atenas», Rafael

La filosofía (del griego antiguo φιλοσοφία < φιλεῖν fileîn, «amar» y σοφία sofía «sabiduría», amor a la sabiduría;1​ trans. en latín como philosophĭa)2​ es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.3​4​5​ Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales sobre los argumentos de autoridad,6​ y de la ciencia porque generalmente realiza sus investigaciones de una manera no empírica,7​ sea mediante el análisis conceptual,8​ los experimentos mentales,9​ la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos.

La filosofía occidental ha tenido una profunda influencia y se ha visto profundamente influida por la ciencia, la religión y la política occidentales.10​11​ Muchos filósofos importantes fueron a la vez grandes científicos, teólogos o políticos y algunas nociones fundamentales de estas disciplinas todavía son objeto de estudio filosófico. Esta superposición entre disciplinas se debe a que la filosofía es una disciplina muy amplia.

Etimología



Busto de Pitágoras, a quien se atribuye la invención de la palabra «filosofía».

La invención del término «filosofía» se suele atribuir al pensador y matemático griego Pitágoras de Samos,12​ aunque no se conserva ningún escrito suyo que lo confirme.13​ Según la tradición, hacia el año 530 a. C., el general León trató de sabio (σοφóς: sofos) a Pitágoras, el cual respondió que él no era un sabio, sino alguien que aspiraba a ser sabio, que amaba la sabiduría, un φιλο-σοφóς.

Admirado León de la novedad del hombre, le preguntó a Pitágoras quiénes eran, pues, los filósofos y qué diferencia había entre ellos y los demás; y Pitágoras respondió que le parecían cosas semejantes la vida del hombre y la feria de los juegos que se celebraba con toda pompa ante el concurso de Grecia entera; pues, igual que allí, unos aspiraban con la destreza de sus cuerpos a la gloria y nombre que da una corona, otros eran atraídos por el lucro y el deseo de comprar y vender. Pero había una clase, y precisamente la formada en mayor proporción de hombres libres, que no buscaban el aplauso ni el lucro, sino que acudían para ver y observaban con afán lo que se hacía y de qué modo se hacía; también nosotros, como para concurrir a una feria desde una ciudad, así habríamos partido para esta vida desde otra vida y naturaleza, los unos para servir a la gloria, los otros al dinero, habiendo unos pocos que, despreciando todo lo demás, consideraban con afán la naturaleza de las cosas, los cuales se llamaban afanosos de sabiduría, esto es, filósofos.

Cicerón, Cuestiones Tusculanas, Libro V, capítulos 7 a 11.14​


Según Pitágoras, la vida era comparable a los juegos olímpicos, porque en ellos encontramos tres clases de personas: las que buscan honor y gloria, las que buscan riquezas, y las que simplemente buscan contemplar el espectáculo, que serían los filósofos.

Años más tarde, Platón agregó más significado al término cuando contrapuso a los filósofos con los sofistas. Los filósofos eran quienes buscaban la verdad, mientras que los sofistas eran quienes arrogantemente afirmaban poseerla, ocultando su ignorancia detrás de juegos retóricos o adulación, convenciendo a otros de cosas infundadas o falsas, y cobrando además por enseñar a hacer lo mismo. Aristóteles adoptó esta distinción de su maestro, extendiéndola junto con su obra a toda la tradición posterior.15​

El texto más antiguo que se conserva con la palabra «filosofía» se titula Tratado de medicina antigua, y fue escrito hacia el año 440 a. C. Allí se dice que la medicina «moderna» debe orientarse hacia la filosofía, porque solo la filosofía puede responder a la pregunta «¿qué es el hombre?».13​

Para conocer más sobre el tema puede acceder al Link

Link

https://es.wikipedia.org/wiki/Filosof%C3%ADa

domingo, 25 de noviembre de 2018

ENTENDER Y COMPRENDER

ENTENDER Y COMPRENDER



Entender es percibir el significado de algo, aunque no se comprenda.
Comprender es hacer propio lo que se entiende y actuar congruentemente con ello.

La diferencia entre entender y comprender se puede apreciar en muchos casos:
Es posible entender una frase pero no comprender lo que significa, por ejemplo “lo obvio es invisible”.

Distinto es entender que fumar perjudica la salud de uno mismo y de quienes les rodean que comprenderlo, pues éste es el primer paso para dejar de fumar.
En una conversación, es lo mismo que te respondan “te entiendo, pero …” (no te comprendo) que “te comprendo” (de comprenderlo no hay “pero” alguno detrás).

Entendemos que en el mundo miles de personas mueren diariamente debido a malnutrición o víctimas de guerras, ¿pero lo comprendemos?

Así, comprender va un paso más allá de entender, un paso difícil de dar aunque bien lo vale.

Qué es comprender



La comprensión es un proceso de creación mental por el que, partiendo de ciertos datos aportados por un emisor, el receptor crea una imagen del mensaje que se le quiere transmitir. Para ello es necesario dar un significado a los datos que recibimos. Cuando utilizamos el termino "datos" nos estamos refiriendo a cualquier información que pueda ser utilizada para llegar a comprender un mensaje. Los datos pueden ser de diferente tipo: palabras, conceptos, relaciones, implicaciones, formatos, estructuras, pueden ser lingüísticos, culturales, sociales, etc.

El proceso de comprensión, contrariamente a lo que habitualmente se cree, no es un proceso pasivo. Por el contrario, es un proceso que exige por parte del receptor tanta o más actividad que el proceso de expresión. Básicamente, podríamos decir que el proceso de comprensión consiste en aislar, identificar y unir de forma coherente unos datos externos con los datos de que disponemos. El proceso de comprensión en si, es el mismo en todos los casos aunque variarán los medios y los datos que tendremos que utilizar para llevarlo a cabo. 

Un ejemplo nos ayudará a comprender esta idea: cuando un mimo hace una representación somos capaces de comprender el mensaje que nos quiere transmitir aunque no utilice palabras, cuando leemos una carta somos capaces de comprenderla aunque no veamos la expresión de la cara del remitente, cuando un amigo nos describe su lugar de vacaciones somos capaces de imaginarlo aunque no lo hayamos visto nunca, ...

Queda claro que si bien la labor que tenemos que realizar para comprender en cada una de las situaciones es la misma, la diferencia estribará en los medios y los datos que tendremos que manipular para poder llegar a hacerlo.

Es importante resaltar la necesidad que tiene el ser humano de comprender y por lo tanto de contar con una hipótesis sobre cualquier acontecimiento. Ante cualquier mensaje o situación realizamos una interpretación, la más adecuada y acorde posible a los datos disponibles en ese momento. Esto no quiere decir que sea la "correcta" pero si es suficiente para saciar nuestra necesidad de interpretar la realidad que nos rodea. Es inevitable e imposible no realizar interpretaciones. Todo es interpretado, aunque las interpretaciones estén continuamente variando y completándose.

El proceso de creación de interpretaciones es la mayoría de las veces inconsciente aunque a veces pueda ser controlado conscientemente. La necesidad de realizar el proceso conscientemente es mayor cuando aprendemos una segunda lengua ya que algunos de los procesos que realizamos en nuestra primera lengua se ven anulados cuando los tenemos que llevar a cabo en la segunda.

jueves, 1 de noviembre de 2018

El Odio

El Odio

Wilhelm Wundt

El Odio*

El odio es un sentimiento común entre los seres humanos.  Es caracteristico de los sentimientos el que sea dificil localizarlos y su caracter alegría, tristeza: amor, odio atc. El sentimiento puede ser definido como la acción y el efecto de experimentar sensaciones. 





Una de las ideas más interesantes, entre muchas otras, del filósofo Empédocles es su descubrimiento del odio, y del amor, como motores fundamentales y destacados del mundo, como ese hilo conductor que guían a las personas. Dos principios que manifiestan, por tanto, esa experiencia de los seres humanos, produciendo una inclinación o rechazo con respecto a lo que sentimos, y donde se expresa el origen de lo que, propiamente, se une o desune en la naturaleza.


Empédocles de Agriento


Para Empédocles el Odio es una fuerza cósmica opuesta al Amor o Amistad y que es la causa de la separación, de la desagregación de los elementos (agua, fuego, tierra y aire). El Amor y el Odio ejercen su predominio por ciclos: cuando uno domina el otro se retira, y así se explica el fenómeno del cambio y el movimiento en la naturaleza. 

En el sentido ordinario el odio es aversión, antipatía hacia una cosa o persona cuyo mal se desea.




A Descartes le parece que las pasiones del alma se puede definirlas como percepciones o sentimientos o emociones del alma causadas por agún movimiento de los espíritus.

Para algunos autores tal como Hutcheson, sentimiento significa una vivencia capaz de aprehender los principios del comportamiento moral, su justificación y sus fuentes. Para Rousseau sentimiento es el nombre que abarca toda la vida de las emociones.

Durante la época romántica fue frecuente considerar el sentimiento como idéntico a la intuición de la realidad última.

Hamilton consideraba que solo los actos del pensar y del apetecer son intencionales, pero no los sentimientos, ya que el sentir permanece dentro del sujeto que siente.




Sin embargo, Franz Brentano estimó que el sentimiento es intencional. (Psychologie, II, I)

Los fenómenos psíquicos se dividen por Brentano atendiendo a la forma (Weise) de conciencia, o de relación con el objeto, en tres clases; a saber:
 1.ª, representaciones;
 2.ª, juicios;
3.ª, movimientos de ánimo (amor, interés y odio) en que se comprenden el sentimiento y la voluntad.

El juicio, que aparece aquí como un elemento de la vida mental, consiste en reconocer o desechar una representación o un enlace de representaciones. Por consiguiente, no existen más que dos clases de juicios: los afirmativos y los negativos.

En Brentano encontramos muchos y finos análisis precursores de descubrimientos experimentales y de teorías posteriores. Así acontece, por ejemplo, en el dominio de las sensaciones sonoras con su distinción de claridad (cualidad) y altura.

El influjo de Brentano ha sido muy extenso. A sus numerosos discípulos se les agrupa bajo la denominación de escuela austriaca. Entre ellos están A. Hoffler, S. Witasek y, en parte, C. Stumpf. Asimismo partieron de él Alexius Meinong y Edmund Husserl, que, posteriormente, se dedicaron a la teoría del conocimiento. Meinong ha iniciado la actual investigación psicológica de los valores. Pero el más original e influyente de estos dos autores es Husserl.


https://www.e-torredebabel.com/Psicologia/Contemporanea/Psicologia-Introspectiva-1.htm



Franz Brentano

Este reconocimiento de la vida emocional ha permitido a Scheler establecer una serie de distinciones:
1. Sentimientos sensibles como los placeres, 2. vitales como el bienestar y malestar, 3. psíquicos como la alegría y la tristeza, 4. Espirituales como la beatitud, la desesperación, el remordimiento.


Max Scheler
(Max Scheler, Der Formalismus in der Ethik und die materiale Werethik, 1913-1916)

Bergson ha insistido en que el sentimiento es irreductible a la sensación y que al lado de la emoción que es efecto de la representación hay otra que precede a ella y que es su causa. 


Wilhelm Wundt


Wundt ha tratado también el tema de la naturaleza de los sentimientos y Alejandro Roldan, S.J. propuso una clasificación de ellos .

Leahey, T. H. (2005). La psicolgia de Wundt. En Historia de la Psicología (Sexta ed., págs. 217-218). Madrid: 
 Alejandro Roldan, S.J. Metafísica del sentimiento. Ensayo de Psicología afectiva. Aplicaciones a la ontología y axiología, 1956


odio
 Las personas, sí que sienten odio. Un sentimiento que se define de una manera sencilla : «Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea».

Así que no sólo hay que sentir aversión respecto a algo o alguien, no es suficiente con el disgusto. También, hay que desear su mal. Ya sea el gran mal, su muerte; u otros pequeños males o contratiempos. Claro, la intensidad no siempre es la misma, por eso variará el daño deseado.

Pero lo que siempre, siempre, tiene que estar presente es esa querencia porque el ser odiado sufra, padezca. Tal vez lo queramos así porque él nos hizo sufrir antes; quizás sea sencillamente por envidia; pero, sea como sea, querremos verle caer, querremos ver cómo es humillado o despreciado o… o incluso apaleado.

También es habitual que ocurra que odiemos a una entidad, pero, aun así, desearemos el mal, puede que todo el mal posible, al conjunto.

Las disonancias cognitivas

En psicología, el término disonancia cognitiva (o disonancia cognoscitiva) hace referencia a la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones (cogniciones) que percibe una persona que tiene al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias. Es decir, el término se refiere a la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas, todo lo cual puede impactar sobre sus actitudes.

El concepto fue formulado por primera vez en 1957 por el psicólogo estadounidense Leon Festinger, en su obra A Theory of Cognitive Dissonance (edición en español, Teoría de la disonancia cognoscitiva1​).​ La teoría de Festinger plantea que, al producirse esa incongruencia o disonancia de manera muy apreciable, la persona se ve automáticamente motivada para esforzarse en generar ideas y creencias nuevas para reducir la tensión hasta conseguir que el conjunto de sus ideas y actitudes encajen entre sí, constituyendo una cierta coherencia interna.

Pero, ¿qué sucede con esa persona o institución odiada cuando nos ayuda? 

La respuesta más probable es que el odio se desvanece. Y esto se debe por aquello que se conoce como disonancias cognitivas. 

Resulta que no estamos preparados para afrontar que el mal absoluto pueda participar del bien. Si colaboramos con nuestro enemigo, dejaremos de pensar que es tan malo. Si comenzamos a trabajar para el, empezaremos a comprender que no era tan malo como pensábamos, y que hay gente decente con la que se puede hablar y convivir.

En realidad, importa poco que esta segunda percepción se acerque más a la realidad que la anterior. E importa poco porque el cambio no radica en un acercamiento de la verdad, sino en la imposibilidad de hacer frente a las disonancias cognitivas. ¿Cómo aceptar que estamos colaborando con el mal? 

Referencias:
Descartes. Les pasions de l'âme, Parte I, art 27


- Francis Hutcheson es considerado por muchos estudiosos de la filosofía moderna como el padre de la Ilustración Escocesa. Su pensamiento influyó sobre el pensamiento de las grandes figuras de ese período —David Hume, Adam Smith y Thomas Reid—, y también en el resto de Europa y en Norte América. Como Shaftesbury y otros filósofos neo-estoicos, consideraba que la filosofía no es un mero ejercicio teórico, sino que tiene principalmente una función práctica.

De acuerdo con esa inspiración, su pensamiento es esencialmente una fundamentación de la vida virtuosa, la cual conduce a una participación en la vida pública basada en disposiciones sociales del hombre, en la fe en un Dios benevolente y en la armonía del universo. Su filosofía encierra también una crítica a la concepción pesimista de la naturaleza humana propia de la concepción de la moralidad y la justicia del siglo XVII, la cual fue influida por la teología y la jurisprudencia protestante.

Teoría Aristotélica