viernes, 1 de junio de 2012

El concepto filosófico de IDEALISMO

Idealismo

Publicado en urbanoperu el Mié, 2009-12-09 08:19.

Rüdiger Safransky

Adjunto unas breves notas sobre el concepto filosófico de IDEALISMO. Se suele decir que todo idealismo es una exageración, y esto ocurre especialmente en el ambito de la arquitectura, debido a su cometido propositivo, por lo que considero útil hacer esta referencia para recordar el marco teórico del concepto.

Percy C. Acuña Vigil
Es una corriente filosófica que parte de que lo primario es lo espiritual en el modo de resolver la cuestión fundamental de la filosofía. El rasgo fundamental del idealismo es el tomar como punto de partida para la reflexión filosófica no el mundo exterior, sino lo que llamamos el sujeto o la consciencia. Es, de acuerdo con Schopenhauer [1], la representación del mundo y no el mundo.

Por sus raíces sociales ha sido considerado por W. Dilthey [2] también como una concepción del mundo, quien planteo las tres Weltanschaungen básicas: el idealismo objetivo, el de la libertad y el naturalista.

Al plantear nuevas cuestiones gnoseológicas ha estimulado el estudio de varios problemas filosóficos como por ejemplo la dialéctica de Hegel.

El idealismo como vocablo se usa en relación con los ideales,  pero siempre imaginados como realizables.

Este idealismo se ha manifestado de diversas formas durante la época moderna. El ejemplo más eminente del idealismo cuya unidad es histórica está constituido por el llamado «idealismo alemán» cuyos representantes son Kant, Fichte, Schelling, y Hegel principalmente.

El idealismo moderno, constituye un esfuerzo por responder a la pregunta, ¿cómo pueden conocerse las cosas? Esta pregunta no es solo una pregunta gnoseológica sino metafísica. Se considera idealistas a Descartes, Malabranche, Leibniz, Kant, Fichte, Schelling, Hegel.

Descartes es considerado «el primer idealista moderno», y cuyo idealismo consiste en considerar que toda la evidencia arraiga en el cogito. Descartes considera que en la relación cognoscitiva entre Sujeto y Objeto es el sujeto el que determina los límites, el alcance y el criterio de verdad y falsedad del conocer. La conciencia es el ámbito trascendental de posibilidad de la certeza y, por tanto, de la verdad, y por tanto, del conocimiento, pues no hay conocimiento sino de lo verdadero. Por todo ello, Descartes inicia el Idealismo Moderno [3].

Kant es el centro del pensamiento idealista. El idealismo trascendental de Kant afirma que la existencia de los objetos externos no es cognoscible mediante percepción inmediata. El idealismo trascendental es una concepción epistemológica y metafísica propuesta por el filósofo alemán Immanuel Kant en el siglo XVIII.

Brevemente expuesto, el idealismo trascendental establece que todo conocimiento exige la existencia de dos elementos: el primero, externo al sujeto (lo dado, o principio material), es decir, un objeto de conocimiento. El segundo, propio del sujeto (lo puesto, o principio formal), que no es más que el sujeto mismo que conoce. Con respecto al segundo, Kant afirma que las condiciones de todo conocimiento no son puestas por el objeto conocido, sino por el sujeto que conoce. El sujeto que conoce introduce ciertas formas que, no preexistiendo en la realidad, son imprescindibles para comprenderla. Para Kant el conocimiento nace de la unión de la sensibilidad con el entendimiento, las formas solas no producen conocimiento y las intuiciones solas tampoco.

Por esto sostiene Kant en la Crítica de la Razón Pura:
"Pensamientos sin contenidos son vacíos; las intuiciones sin conceptos son ciegas" (A51).
En otras palabras, sin sensibilidad nada nos sería dado y sin entendimiento, nada sería pensado.

       Todo lo intuido en el espacio y el tiempo y con ello todos los objetos de  nuestra experiencia posible, no es más que fenómenos, esto es, meras representaciones, que del modo en que se representan, como sustancia extensa o series de alteraciones, no tienen existencia propia e independiente aparte de nuestro pensamiento. A este concepto lo llamo idealismo trascendental.

Crítica de la razón pura [4], A491, B

En el idealismo postkantiano [5] el “mundo” es equiparado con “la representación del mundo.”

Contemporáneamente han surgido las corrientes derivadas de las corrientes neokantianas[6]  y hegelianas y el idealismo fenomenológico de Husserl [7], en el cual la consciencia pura se presenta como una multitud de sujetos individuales puros, a diferencia del idealismo trascendental en donde hay «una consciencia pura, única y numéricamente distinta».

También puede hablarse de diversas formas de idealismo cuando se adjetiva el término sin establecer contraposición entre ellas.


[1]  SCHOPENHAUER, Arthur. (2003).  El mundo como voluntad y representación. Traducción de Pilar López de Santa María Editorial Trotta. Madrid, 2003.
[2]  DILTHEY, Wilhelm, (1990). Teoría de las concepciones del mundo. México: Alianza Editorial Mexicana.
[3]  DESCARTES, René. (1981). Discurso del método, Dióptrica, Meteoros y Geometría, Prólogo de G. Quintás Alonso, Madrid, Alfaguara.

VIDAL Peña. (1977).  Meditaciones metafísicas con objeciones y respuestas, Alfaguara, Madrid.
[4]  KANT, Emmanuel. (1977). Crítica de la razón pura. Trad. de Pedro Ribas. Madrid, Alfaguara - Santillana, (13ª edic.).

[5]  Fichte, Schelling, Hegel
[6]  El neokantismo fue un movimiento filosófico europeo, de origen predominantemente alemán, que preconizó un retorno a los principios filosóficos de la doctrina de Kant frente a la entonces imperante doctrina del idealismo objetivo de Hegel. El neokantismo se mostraba escéptico frente a lo que consideraba un indebido énfasis especulativo del pensamiento hegeliano, y buscaba recuperar la doctrina kantiana de la crítica del conocimiento frente al predominio de la metafísica, para argumentar contra la posibilidad de un conocimiento no mediado y restringido por las propiedades del aparato cognitivo del sujeto.

Científicos con intereses filosóficos, como Hermann von Helmholtz y Gustav Theodor Fechner, utilizaron el marco de la teoría kantiana del conocimiento para argumentar contra la posibilidad de un conocimiento no mediado y restringido por las propiedades del aparato cognitivo del sujeto. (Hermann Cohen, Paul Natorp, Wilhelm Windelband, Aloys Riegl).

Bajo la influencia de las ciencias sociales y de las corrientes hegelianas, las escuelas de Marburgo y Baden se disolvieron en el plazo de una generación, dejando paso al positivismo, la fenomenología y el neohegelianismo, además del marxismo, como las principales orientaciones filosóficas.

[7]  HUSSERL, Edmund. (1979). Meditaciones Cartesianas, Madrid, Paulinas, p. 234.

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