domingo, 6 de octubre de 2013

La conciencia moral en: El retrato de Dorian Gray

El retrato de Dorian Gray
Oscar Wilde



El retrato de Dorian Gray (título original: The Picture of Dorian Gray) es la única novela que publicó en vida el autor irlandés Oscar Wilde.



Acusada de inmoral en su época, esta historia sobre la búsqueda de la eterna juventud a cualquier precio, es considerada hoy uno de los clásicos modernos de la literatura occidental.

Algunas cuestiones que pueden debatirse teniendo en cuenta este planteamiento serían:

¿Cuál es nuestra conciencia moral? ¿Importa el yo moral? ¿Cuándo somos más felices: cuando seguimos nuestra conciencia moral o cuando la contravenimos? , ¿Es imprescindible actuar mal para lograr el éxito social?

La novela supone una revisión del mito de Fausto, que había resucitado a principios de siglo Goethe con su obra de teatro del mismo nombre. El protagonista de la novela, Dorian, desea que su retrato envejezca en su lugar, dejándole a él joven para siempre. Fausto por su lado, vendía su alma al diablo a cambio de conocimiento y poder, siguiendo el tema de la condenación eterna a cambio de bienes terrenales. El personaje de Lord Henry, amigo de Dorian en el libro y que le anima a disfrutar una vida de placeres, jugaría el papel del Diablo, o más bien, de abogado del diablo, llevando a Dorian hacia el pacto manipulando su inocencia e inseguridad, aunque no de manera premeditada.

Otro de los temas principales de la obra es la belleza y el valor de lo aparente. Su título "El retrato de Dorian Gray", sugiere que la novela trata la imagen del hombre, más que al hombre en si mismo. Así, Oscar Wilde plantea cuestiones sobre la verdadera naturaleza y localización de la identidad, y sobre el valor de lo superficial.

Otro de los temas importantes es el hedonismo, representado en la obra por el personaje de Lord Henry y sus discursos, donde establece sus ideas sobre la vida, que considera debe difrutarse al máximo sin preocupaciones. Sus máximos valores son el placer y la belleza.

Esta idea se transmite al principio de la obra a Dorian, y está ligada con el tema de la doble vida. Éste disfruta la libertad que le proporciona el que sus actos solo se reflejen en el cuadro, y Oscar Wilde contrapone escenas de su vida de caballero (las fiestas, las visitas...) con sus experiencias en los bajos fondos (como la visita al fumadero de opio).

Al igual que en "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde" de Robert Louis Stevenson , que Oscar Wilde admiraba, el tema de la dualidad es común en las novelas de terror gótico, y se considera una reacción por parte de los autores a la rígida moral victoriana de la época.

La historia recuerda una y otra vez al mito de Narciso quien prendado de su propio reflejo se arrojó a las aguas. Pero además Oscar Wilde añade a Dorian una multitud de matices que enriquecen al mito al hablar de moral, ética, libertad, estética, hedonismo, dandismo, sexualidad, etc.

El protagonista se debate siempre entre lo que tiene o no que hacer, si se fuma o no el primer cigarrillo, si se va o no a otro lugar de camino al teatro para ver actuar a su prometida y ya en los confines de su dilatada moral si tiene o no que asesinar a un hombre para ocultar su secreto. Es así como Dorian da forma a su verdadero ser que se muestra en el cuadro, tomando decisiones. Es ahí cuando uno se pregunta ¿cómo será mi propio retrato interior, ese que nadie puede ver por mí? ¿Cómo sería el retrato de mi alma, o desde un punto de vista materialista menos literario por cierto, el de mi propia humanidad? ¿Hasta dónde estaría yo dispuesto a llegar dejando esa humanidad de un lado con tal de conseguir mis propósitos?

En última instancia la gran pregunta ética ¿Qué debo hacer? El protagonista, que en un principio aprende a menospreciar el pasado porque lo mejor de éste es que es pasado mientras ensalza constantemente el presente y el beneficio pasajero de los placeres del momento,  acaba por darse cuenta, su propio reflejo en el retrato se lo recordará permanentemente, que uno no puede huir de las decisiones que toma, que uno siempre es las cosas que ha hecho o las que no ha hecho. Sartre dirá que el hombré está condenado a ser libre, el hombre es su libertad. Y Dorian, ese iluso y moldeable joven es ahora un monstruo.

El contexto histórico de "El retrato de Dorian Gray". 
La obra se publicó primero por fascículos en la revista Lippincott's Monthly Magazine en 1890, en plena época victoriana, y fue reeditada al año siguiente como libro con capítulos añadidos. Aunque su publicación fue un éxito, la sociedad de la época era notablemente rígida y puritana, y algunas de las críticas fueron negativas, en parte debido a su percepción sobre el hedonismo y por la imagen que ofrecía de la moral convencional, aunque también por los tintes homoeróticos de la novela, que causaron sensación entre los críticos.

Esto motivó que se volviera a reeditar la novela con un prólogo del propio autor donde respondió a las críticas y defendió la reputación de su novela y donde Oscar Wilde afirmaba que su novela es "una verdadera obra de arte", de la que se desprendía una importante lección ética (en el prólogo se incluye la célebre frase: "No hay obras moralmente buenas o malas, sino bien escritas o mal escritas").

En la reedición, Oscar Wilde añadió también seis capítulos más para acercarse a los gustos del público, y las críticas mejoraron. Los cambios incluyen la inclusión del personaje de James Bane, que prevee desde el principio la maldad de Dorian (acercando la novela al estilo victoriano).

Esto no evitó que la novela fuera utilizada en contra de su autor durante es escándalo y posterior juicio y prisión que acabarían con la carrera de Oscar Wilde en 1896.


La obra ha sido traducida a más de 15 idiomas desde su publicación, y ha inspirado numerosas adaptaciones, literarias, musicales y artísticas.

"El retrato de Dorian Gray" sido llevada al cine y a la televisión en numerosas ocasiones, destacando la adaptación de 1945 dirigida por Albert Lewin.


 


Resumen del argumento.
La acción tiene lugar en Londres, Inglaterra, durante el siglo XIX. Un artista, Basil Hallward, pinta un retrato maravilloso del joven y hermoso muchacho Dorian Gray, a quien considera su inspiración. 

Durante la última sesión del retrato, Dorian, que hasta entonces permanecía inocente de su belleza y encanto, conoce a un amigo de Basil, Lord Henry Wotton, un hombre que le expresa de manera elocuente sus ideas sobre la vida y el placer, y le abre los ojos a su belleza y juventud, instándole a que viva su vida de la manera más plena posible. Cuando el retrato es finalizado, Dorian pide un deseo: que el retrato envejezca en su lugar y él permanezca joven para siempre.

Bajo la influencia de Lord Henry, Dorian comienza a buscar pasión en su vida y se enamora de una joven actriz llena de talento y belleza, Sibyl Bane, y se compromete a casarse con ella. Sin embargo, Sibyl, debido a su amor por Dorian, se da cuenta de la falsedad del teatro y realiza una actuación muy pobre la noche que Dorian lleva a Basil y a Lord Henry al teatro a conocerla. Decepcionado y sintiendo que su amor por ella se ha esfumado por su falta de talento, Dorian rompe el compromiso y la abandona.

Cuando regresa a su casa se da cuenta horrorizado, que su retrato ha adquirido una mueca cruel y horrible a causa de su comportamiento. Dándose cuenta de que su deseo se ha cumplido, se arrepiente de sus actos y decide regresar con Sibyl, pero es demasiado tarde, ya que la muchacha se suicida esa misma noche. Aterrorizado, Dorian Gray decide ocultar el cuadro en una vieja habitación y que nadie lo vea jamás.

En los años siguientes, Dorian se encuentra fascinado por los cambios en la pintura a causa de sus actividades licenciosas y corruptas. Él no ha perdido nada de su belleza y juventud, pero el retrato se está volviendo viejo y horrible.

Dorian Gray mantiene el contacto y la amistad con Lord Henry, que le influye hablándole constantemente de sus creencias acerca del hedonismo, la búsqueda del placer y la ausencia de moralidad que debería reinar en el mundo.

A los 38 años, Dorian se encuentra con Basil, con el que había perdido el contacto, debido al acercamiento cada vez mayor de Dorian a una vida depravada.

Basil está preocupado por la mala reputación y los rumores que corren su amigo, y quiere que éste vuelva a se como antes. En respuesta, Dorian le enseña el retrato y después, en un arrebato de furia, asesina a Basil con un cuchillo. Después, chantajea a un antiguo amigo, Alan Campbell para que le ayude a deshacerse del cadáver.

Tras estos acontecimientos, Dorian se siente cada vez más ansioso y está aterrorizado porque alguien pueda descubrir su secreto. Para calmarse acude a un fumadero de opio, intentando borrar de su mente todas las maldades que ha cometido.

Pero allí le encuentra el hermano de Sibyl, James Bane, que lleva 18 años buscando al hombre que provocó el suicidio de su hermana, y del que solo sabe que le llamaban "Príncipe encantador", nombre por el una de las mujeres del fumadero se dirige a Dorian.

James saca a la calle a Dorian y está a punto de matarle, cuando éste le pide que mire su cara. Al darse cuenta de que no parece tener más de veinte años, le deja marchar, confundido. La mujer del fumadero le dice que Dorian es realmente el hombre que abandonó a su hermana, pero que ha hecho algún pacto con el diablo y que no ha envejecido desde entonces.

Dorian está aterrorizado por el ataque de James, nota que lo está siguiendo, y que probablemente intentará matarle de nuevo. Sin embargo, durante una cacería, un hombre muere accidentalmente alcanzado por la escopeta de uno de los cazadores, y resulta ser James, que estaba escondido y preparado para matar a Dorian.

Inmensamente aliviado por lo sucedido, Dorian Gray decide que va a cambiar de vida, y que no volverá a hacer el mal.

Sin embargo, la presencia del retrato le sigue recordando sus crímenes y decide destruirlo. Dorian apuñala el cuadro con el mismo cuchillo con el que mató a Basil.

Al atacar el cuadro, Dorian se convierte en el hombre viejo y espantoso del retrato y se desploma en el suelo con el cuchillo clavado en el corazón. Cuando llegan los sirvientes al oírle gritar, encuentran a un hombre horrible muerto en el suelo, mientras que en el cuadro ha vuelto a aparecer el el retrato del joven Dorian, tan hermoso como solía ser.


 


Comentario a El retrato de Dorian Gray
 "El retrato de Dorian Gray"' pertenece al género literario de la narrativa, y se suele incluir en el género de la novela de terror gótica tardía, junto con "Drácula de Bram Stoker, y "El Extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde" de Robert Louis Stevenson.

La edición original constaba de 13 capítulos, y en la edición definitiva publicada un año después, se le añaden 6 capítulos más, y el último se divide en dos. La edición definitiva consta de 20 capítulos y un prefacio del propio Oscar Wilde defendiendo su obra ante las críticas recibidas por la primera edición.

Una de las principales características del retrato de los personajes es que Oscar Wilde utiliza para caracterizarlos su famoso ingenio y comportamiento extravagante, en especial en el caso del personaje de Lord Henry, que el propio Wilde consideraba una parodia de su imagen pública.

En esta obra encontramos el estilo de Oscar Wilde a través del uso de su agudeza característica e ironía, con abundantes paradojas y antítesis. También se utilizan alusiones que se refieren a la mitología y a la literatura, como en el capítulo uno, donde se compara a Dorian con Adonis y Narciso, símbolos de la belleza y del amor a uno mismo. Oscar Wilde también utiliza libremente símbolos que representan o revelan los sentimientos o motivos de los personajes, el más claro de ellos el cuadro que representa el alma de Dorian, pero también los cigarrillos con opio que fuma Lord Henry, que representan su decadencia moral, o el biombo que al ocultar el retrato, oculta la corrupción moral del propio Dorian.

 
El sentido filosófico, estético de la obra de Oscar Wilde

Relación con Nietzsche.

1 comentario:

  1. Sería interesante un comentario sobre el binomio ética-estética en contraposición a inmoral- fealdad.Una línea a explorar en Stevenson y en Wilde: en Stevenson, Hyde es físicamente "no bello". En Wilde, el retrato de Dorian, al perder su inocencia (bondad) pierde también su belleza

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